La piel de los ojos, tanto la de los párpados como la del contorno, es de las más finas y delicadas del rostro. Por ello, deberemos poner especial cuidado al elegir las cremas y otros productos que nos apliquemos en la zona, tanto antiarrugas, hidratantes, etc. En este aspecto también es importante utilizar un desmaquillador específico para esta zona, ya que los que utilizamos para el resto del rostro pueden resultar demasiado agresivos. Existen muchos tipos diferentes de desmaquilladores, y a la hora de elegir el que más nos conviene de todos ellos debemos seguir una serie de pautas:
Si tenemos la piel seca o sensible, deberemos evitar productos desmaquillantes que contengan una base de alcohol, ya que, aunque facilita la eliminación del maquillaje, puede resultan muy irritante y resecar demasiado la piel. Si este es tu caso, lo mejor es elegir un desmaquillador sin alcohol ni perfume.
Si tenemos la piel grasa o con tendencia al acné, no debemos utilizar desmaquillantes con base en aceite. Estos productos están formulados para suavizar la piel al tiempo que desmaquillan, por lo que son densos y tienden a obstruir los poros, lo que facilita la aparición de granos y espinillas en este tipo de pieles. Existen productos específicos para pieles grasas, que serán los que mejor conserven el equilibrio de la piel sin resecarla ni aportarle un exceso de grasa. Sin embargo, sí son de gran utilidad si acostumbramos a utilizar máscara de pestañas a diario, porque la elimina con mayor facilidad y eficacia que los que tienen base en alcohol, con lo que nuestras pestañas estarán más ciudades.
Sea cual sea el tipo de desmaquillante que utilices, recuerda no tirar de la piel al aplicarlo en los ojos, porque facilitarás la formación de arrugas. Si tu piel es muy seca, puedes aplicarte un poco de crema hidratante después del desmaquillante.