Habitualmente las sombras de ojos que encontramos en el mercado tienen la textura de polvo compacto, el cual extendemos sobre los párpados. Sin embargo, también podemos encontrar sombras de ojos en crema, aunque a veces, al no saber bien como aplicarla, no sacamos todo el partido a un producto que nos puede ayudar a mejorar nuestro maquillaje en segundos y que nos puede ayudar, dependiendo del color, a resaltar más nuestros ojos que las sombras en polvo.
Para que el resultado sea duradero, lo mejor es aplicarlas con el dedo. Podemos utilizar también un pincelito especial para sombras en crema, pero si no somos muy diestras con él, puede que el resultado no sea homogéneo.
Lo mejor es utilizar el dedo, pero no arrastrándolo, como hacemos cuando nos aplicamos sombras de ojos en crema, sino a pequeños toquecitos a lo largo del párpado para lograr que el producto quede mejor adherido a la piel.
Las sombras en crema están especialmente aconsejadas si tenemos la piel de los párpados seca, porque nos ayudarán a hidratarlos, dándole un brillo adicional a nuestros ojos.
Muchas sombras en crema, sobre todo las más económicas, tienen el problema de que no son muy duraderas. Para evitar esto, sólo tenemos que aplicarnos un poco de sombra en polvo del mismo color sobre la sombra en crema.
Podemos además dar más profundidad o luminosidad a la mirada mezclando texturas, es decir, aplicando la sombra en crema en el párpado móvil y la sombra en polvo en el arco de la ceja. Dada la gran variedad de colores que podemos encontrar, si le pones un poco de imaginación, puedes crear diferentes looks que te sirvan para cualquier momento del día y de la noche.