Unas pestañas largas y rizadas, que enmarquen la mirada llenándola de sensualidad es el sueño de cualquier mujer. Sin embargo, son pocas las afortunadas a quienes la genética les ha premiado con unas pestañas de ese tipo y pueden lucirlas sin apenas esfuerzo. El resto, aunque no las tengamos de forma natural, podemos utilizar una serie de trucos que nos ayuden a lucir unas pestañas espectaculares.
Aplicar por la noche vaselina, glicerina o aceite de oliva es uno de los modos de lograrlo. Para ello, primero deberemos retirar cualquier resto de maquillaje de las pestañas y a continuación impregnar un algodón desmaquillante con el producto que hayamos elegido. Lo frotamos suavemente sobre las pestañas, impregnándolas y teniendo cuidado de que no nos entre en los ojos.
Si preferimos aplicarlo con la mano también podemos hacerlo, pero deberemos lavárnoslas bien antes. Lo aplicamos por la noche y por la mañana nos lavamos las pestañas para eliminar cualquier resto de producto. Haciendo esto de forma habitual, las pestañas se vuelve fuertes y espesas.
Si queremos aumentar el efecto del aceite de oliva, podemos dejar macerar, en un recipiente, un poco de aceite de oliva en el que habremos echado una piel de limón después de lavarla bien. Cuando esté lista, aplícate la mezcla sobre las pestañas evitando, como antes, que entre en los ojos.
Dar un suave masaje en los párpados también te ayudará a lucir unas pestañas bonitas. Este masaje estimula el flujo sanguíneo, por lo que la cantidad de oxígeno que llega a las pestañas es mayor, ayudando a que las pestañas crezcan más rápidamente y más fuertes. El masaje nos lo daremos siempre con las manos limpias, presionando suavemente sobre los párpados, justo en la línea de las pestañas, recorriéndolos desde el punto más cercano a la nariz hasta el borde exterior.