La edad, las subidas y bajadas de peso o la falta de ejercicio hacen que nuestros brazos se vuelvan flácidos, pierdan tonicidad y se “descuelguen”. Para evitarlo, lo mejor es realizar una serie de ejercicios dirigidos a fortalecer los tríceps, que nos ayudarán a mejorar la apariencia de los mismos y a volver a tener unos brazos bonitos.
Sin embargo, cuando la flacidez es muy grande o no le hemos prestado atención desde el principio, resulta mucho más difícil eliminarla tan sólo haciendo ejercicio, aunque para lograrlo podemos realizar uno de los muchos tratamientos que la medicina estética pone a nuestra disposición para poder volver a lucir nuestros brazos:
– Carboxiterapia: Consiste en inyectar CO2 en la zona donde se desea reducir la flacidez, y además se consigue también rejuvenecer la piel de la zona y eliminar también la celulitis, problema que suele acompañar siempre a la flacidez, eliminando así parte de la grasa sobrante de los brazos.
– La Radiofrecuencia es otra de las técnicas más utilizadas para esta parte del cuerpo. Con esta técnica se calientan las capas más profundas de la piel, reduciendo así los depósitos de grasa localizada, reafirmando así el tejido de la piel y reduciendo la flacidez.
– Liposucción y lifting: La primera nos ayuda a eliminar la grasa superficial, por lo que suele ir acompañada de una eliminación de la piel sobrante, lo cual deja una pequeña cicatriz a la altura de la axila. El lifting se utiliza si existe mucha flacidez, aunque hay que consultar con el profesional antes de someternos a esta técnica, ya que nos puede quedar una pequeña cicatriz como en el caso de la liposucción o una más grande que recorra la parte interior del brazo de la axila hacia el codo.