Sin duda uno de los rasgos que mayor atractivo pueden proporcionar a un rostro y a una persona es una bonita sonrisa. Aunque ello está relacionado con nuestro gesto natural al sonreír y esto es algo que no se puede cambiar, si podemos cuidar otra serie de aspectos de la misma que nos permitan, cada vez que sonreímos, lucir una sonrisa perfecta.
Los dientes son una parte esencial de la misma, por lo que debes cuidarlos acudiendo al menos una vez al año al dentista. De ese modo no sólo los mantendrás en buen estado, sino que estarán más blancos y cuidados y evitarás la pérdida anticipada de alguna pieza dental, que tiene un efecto muy antiestético en la sonrisa.
Para lograr que nuestros dientes sean más blancos deberemos evitar alimentos como el café o el tabaco. Si no podemos prescindir de ellos, es importante tener siempre a mano un cepillo para utilizarlo después de fumar o tomar un café. Con ello, además, lograremos mantener un aliento fresco y agradable en cualquier momento.
Cuidar nuestro maquillaje también es muy importante para lucir una sonrisa perfecta. Debemos tener cuidado con las barras de labios rojas, naranjas o muy parecidas al color de nuestros labios, ya que dependiendo de nuestro tono de piel, pueden hacer que nuestros dientes aparezcan amarillentos. Para evitar esto, lo mejor es utilizar tonos como los rosas suaves y los brillos, que proporcionarán un extra de frescor a nuestra sonrisa.
Si queremos destacar aún más la blancura de nuestros dientes, podemos dar un poco más de color a nuestra piel, aplicando unos polvos de terracota, acentuando así el contraste. No debemos utilizar demasiados para evitar que el acabado de nuestro rostro no se vea natural.