Para lograr un rostro atractivo, es necesario que sea lo más armónico posible. Para ello, podemos utilizar una serie de trucos que nos ayuden a corregir las pequeñas imperfecciones del mismo, sin olvidarnos de una parte esencial que, en muchos casos, acentúa nuestros rasgos y proporciona una personalidad especial a nuestro rostro, como son las cejas.
Por ello, es necesario no sólo depilarlas de forma adecuada, sino perfilarlas correctamente para que enmarquen nuestra mirada resaltando todo su atractivo.
Para ello, debemos tener en cuenta que es necesario seguir la forma natural de las mismas, ya que es la que mejor se adapta a nuestro rostro. Podemos, al depilárnoslas, realizar algunos pequeños cambios, pero nunca tan drásticos que desdibujen nuestro rostro o nos lleven a casi quedarnos sin ellas.
A la hora de perfilarlas, debes utilizar un lápiz para maquillar las cejas, y debemos siempre realizar pequeños trazos oblicuos que se asemejen al vello natural de las mismas. Por esto, es necesario que el lápiz que utilicemos sea lo más parecido posible al color natural de nuestras cejas. Si no lo encontramos, podemos mezclar un par de colores que nos ayuden a lograrlo, como el gris y el marrón. Para que los trazos sean limpios y queden mejor, no te olvides de afilar bien el lápiz antes de utilizarlo.
Cuando perfiles las cejas, debes hacerlo siempre siguiendo la forma y la dirección del vello, dibujando desde la raíz hasta la parte externa de la ceja, dejando una pequeña distancia entre vello y vello. No rellenes nunca totalmente la ceja con lápiz, ya que el resultado es muy antinatural.
Con esta técnica, podrás rellenar las pequeñas calvitas que suelen aparecer en las cejas, logrando perfilarlas correctamente.
Para terminar, ya sólo tienes que peinarlas suavemente con un cepillito para cejas o uno de dientes que no utilices.