Durante la adolescencia tenemos que convivir con los granos y espinillas propios del acné. A esta edad, sin embargo, no siempre se tiene la paciencia para esperar a que estos desaparezcan, y quien más y quien menos los ha presionado con la esperanza de que desaparezcan cuanto antes. En algunos casos, esto ha funcionado, pero en otros, especialmente si nuestro acné es muy virulento, pueden quedarnos marcas y cicatrices en la piel, sobre todo en la frente y en las mejillas, que nos van a acompañar de por vida.
Afortunadamente, podemos poner en marcha algunos trucos de maquillaje que nos permitan disimularlas, y así poder disfrutar del atractivo de una piel perfecta.
Preparar la piel
Es importante que, antes de maquillarte, apliques una crema hidratante libre de aceites, para hidratar la piel, especialmente en las zonas donde haya cicatrices o estas sean más visibles. De este modo, después será más fácil disimularlas.
El siguiente paso es aplicar un corrector de ojeras para cubrir las marcas más llamativas. El corrector debe ser un poco más claro que tu piel, aunque aplicaremos una capa muy fina, que apenas se note para que no destaque al aplicar la base.
Cubrir imperfecciones
Si tenemos todavía granos, aplicaremos un poco de base de maquillaje sobre ellos, utilizando un pincel. Para cubrir las espinillas deberemos utilizar, por el contrario, un poco de polvo en tonos amarillos que disimulará la rojez de estas.
A continuación aplica la base de maquillaje en la frente, mejillas y barbilla, y mézclala bien con el corrector utilizando una esponjita. Comienza por una pequeña capa, apenas perceptible, para ver el efecto y, si es necesario, aplica un poco más, pero cuidando de no excederte, ya que demasiada base hará que las cicatrices sean más visibles.
Para terminar aplica polvos translúcidos que te ayudarán a fijar el maquillaje y lograr que sea más duradero.