Al igual que la piel de las manos, las uñas también sufren durante el invierno, volviéndose quebradizas y rompiéndose con facilidad, lo cual puede dar un aspecto desaseado y restar belleza a nuestras manos.
Para evitar esto y mantener nuestras uñas sanas y fuertes, nada mejor que aplicar una serie de tratamientos naturales que las nutran y fortalezcan, evitando así la aparición de de estrías, color amarillento, o que se nos rompan y astillen. Aquí te presentamos algunos de los más efectivos.
Uñas frágiles
– Aceite de ricino: Mezcla de aceite de ricino con algunas gotas de zumo de limón en un bol y sumerge las uñas en la mezcla todos los días durante diez minutos. El aceite de ricino, además de fortalecerlas, les proporcionará un brillo extra.
– Aceite de almendras: Prepara una mezcla que contenga dos partes de aceite de almendras y una de aceite de rosa mosqueta, asegurándote de que ambos se integren bien. Aplícate la mezcla todas las noches, masajeando las uñas y las cutículas para que penetre bien en ellas.
– Aloe vera: Aplica gel de aloe vera (natural o de herbolario) dos o tres veces al día sobre uñas y cutículas y notarás cómo se fortalecen y recuperan un aspecto saludable.
Uñas amarillentas
– Vinagre blanco: Para eliminar la tonalidad amarillenta de las uñas, aplica vinagre blanco todos los días sobre ellas, empapando un algodón en él y frotando las uñas al tiempo que las masajeas. Si aplicamos un poco de vinagre blanco y dejamos que se seque antes de aplicar la laca de uñas, notaremos cómo ésta dura mucho más tiempo, a la vez que evita que amarilleen.
– Agua oxigenada: Mezcla a partes iguales en bol agua tibia y agua oxigenada y sumerge las uñas en la mezcla una vez a la semana.