No sé vosotras pero el cepillo es una de esas cosas a las que no suelo darle demasiada importancia, me conformo con cualquiera que esté bien de precio sin preocuparme si es el adecuado para mi cabello, si el material del que está hecho es respetuoso con el ciclo natural del pelo y de si realmente es lo que necesito. Pienso: mientras desenrede y peine ya hace su función, pero es un gran error que puede estropear nuestro cabello.
Escoger un buen cepillo
Es importante y hay que invertir en él, así de simple, sobre todo si tienes problemas de cabello quebradizo o se te cae en exceso. Muchas veces escoger un cepillo inadecuado o demasiado barato puede potenciar la mala salud de nuestro pelo.
Como en todo, hay puntos intermedios y, pese que hay cepillos de cerdas naturales tratadas para que el pelo no se rompa por 50€ u 80€, no hace falta irse a esos extremos para tener un buen cepillo que nos ayude a tener un pelo sano y radiante.
Debéis escoger el cepillo según vuestro pelo, si es largo o corto, si está seco, teñido o dañado o si por el contrario es graso. Conocer estos factores es básico para poder escoger el mejor cepillo. Si tienes el pelo largo, lo mejor es un cepillo de cerdas orgánicas y largas, para que penetre en profundidad y estimule la circulación sanguínea del cuero cabelludo y distribuya la grasa natural del mismo por todo el pelo, lo que lo mantiene hidratado.
Si tienes el pelo corto, opta por un cepillo de cerdas naturales y cortas, pues se adaptará mucho mejor a tu cabello y no dañará ni el cuero cabelludo ni el propio pelo. Otro factor a tener en cuenta es cuándo vais a usar el cepillo. Escoged uno específico para el pelo húmedo, pues es cuando es más vulnerable y cuando tiende a quebrarse y a caerse más y, si tenéis el pelo rizado, optad por uno que sea adecuado para vuestro cabello.