El buen tiempo del verano y el brillo de los rayos de sol hace que apetezca dar color a la vida. Y una buena forma de hacerlo es pintar las uñas de colores atrevidos y cálidos. Al llegar los meses más fríos resulta habitual recurrir a colores neutros. Sin embargo este invierno vuelven los colores fuertes y brillantes a nuestras uñas.
Por lo general son tonos más oscuros y fríos que en invierno, pero no por ello dejarán de aportar color a nuestro día a día. También llega con fuerza el nail art, por lo que junto a los colores una buena opción es apostar por pequeños dibujos para decorar las uñas.
El rojo, sólo apto para las más atrevidas, será el color fetiche de la temporada. Aportará glamour a cualquier estilismo. Las menos atrevidas pueden escoger por otras tonalidades similares, aunque menos llamativas, como son los tonos burdeos o granate, que también aportarán color, pero mantendrán la sobriedad del conjunto.
Imaginación al poder
Los dorados y metalizados también están a la orden del día este invierno. Son ideales para los estilismos nocturnos. Otra tendencia son los degradados que nos darán un aire muy divertido. Aunque si lo nuestro es el nail art, nada mejor que apostar por colores fuertes y oscuros para marcar la decoración de nuestras uñas.
La manicura francesa, un clásico entre los clásicos, también es tendencia. Pero nada del tradicional color crudo o el rosa de porcelana; lo último es llevar una combinación de colores. Y aquí todas las combinaciones están permitidas. Por ejemplo podemos pintar la punta de dorado, el lugar del tradicional blanco y el resto de la uña de un color oscuro como el negro. La clave para no fallar es utilizar colores fuertes propios del invierno y olvídate de los tonos flúor,
No obstante, si prefieres una manicura más clásica y discreta, olvídate del brillo o el rosa pastel; tu aliado esta temporada serán los tonos nude. Conseguiremos unas uñas elegantes y discretas para cualquier ocasión.