En invierno el frío actúa contundentemente contra nuestro aspecto físico. Los labios son los principales en sufrirlo. Como sabrás, tienden a resecarse y a agrietarse. Pero hay personas a las que durante otras épocas del año también se les resecan demasiado los labios. Vamos a ver por qué ocurre esto y qué soluciones se pueden adoptar para evitarlo.
La sequedad labial se puede producir por infinidad de factores. Una exposición prolongada al sol y al frío son las causas principales de este mal que aqueja a muchas mujeres. La dieta también influye y una carencia de vitaminas A, B, C y D puede ser otro de los factores determinantes para que los labios se sequen con más frecuencia de lo habitual.
Evitar humedecerlos con la lengua
La hidratación de los labios es esencial para evitar tenerlos agrietados. Una de las cosas que has de evitar es que esa hidratación se haga con la lengua. La saliva contiene enzimas que empeoran la sequedad. Mejor usar un protector labial.
Bebe mucha agua. Ya sea invierno o verano lo recomendable es que se ingiera sobre un litro o dos de agua para lograr mantener el cuerpo bien hidratado.
Cuando vayas a salir a la calle usa protector labial como vaselina o cacao para los labios que los mantengan seguros contra las inclemencias meteorológicas.
Por la noche antes de ir a dormir puedes echarte en los labios aceite de jojoba. Se trata de un producto fundamental para hidratar los labios extremadamente resecos.
Cuando se nos resecan en exceso los labios la piel se desprende de esta zona. Te empezarán a aparecer pellejitos en el labio. Lo mejor es quitarlos para que no se te infecten. ¿Cómo hacerlo? Ni se te ocurra arrancártelos porque puedes provocarte una herida. Lo más aconsejable es que frotes la zona con un bastoncillo untado en aceite de oliva.