Si no te gusta llevar los labios muy maquillados, pero sí que quieres que tengan un mejor tono o bien resaltar su color de forma muy natural, puedes tener una buena opción con el efecto de labios mordidos. Es una técnica que te permite ensalzar ligeramente los labios, sin que se note mucho y que, además, da un aire bastante juvenil y sensual.
Cómo maquillarlos
En realidad esta técnica es bastante sencilla y hay pasos que se tienen que seguir que son similares a los que realizarías si te los maquillaras como la forma habitual. Lo primero que hay que hacer es aplicar un poco de bálsamo labial para hidratar los labios.
Posteriormente, tienes que utilizar un poco de maquillaje para ponerlo sobre los labios como una base para que luego el labial se fije mejor o dure más. También puedes utilizar fijadores específicos de barras de labios, aunque siempre que puedas es mejor optar en este caso por el maquillaje porque permite unificar el color de la capa base y conseguir que el tono sea más uniforme.
El siguiente paso es coger la barra de labios y aplicarla directamente sobre la parte central de la boca. De esta manera, habrá un poco de carmín en el centro del labio superior y otro poco en el centro del labio inferior. Desde ahí, tienes que ir extendiéndolo por la boca hasta que los labios estén totalmente maquillados. Para extender el producto, tienes que utilizar el dedo para conseguir un efecto más natural, pero siempre debe quedar un poco más de color en el centro de los labios.
Lo mejor es que no utilices tonos de color muy fuertes, pero si quieres apostar por colores más vivos, no olvides dejar un poco más de cantidad en la parte central, aunque es más conveniente que se vaya fundiendo bien con el resto de la zona de los labios para evitar contrastes y conseguir ese efecto natural y sensual.