Afortunadamente el campo de la estética mejora y para tener un pelo liso no es necesario estar todo el día cepillo en mano y secador de pelo para alisarlo ni utilizar la plancha diariamente. Hay tratamientos que permiten que el efecto dure más tiempo y sin que el pelo sufra.
Los métodos
El más conocido y el que más se ha popularizado en los últimos tiempos es la queratina. Con su auge puedes encontrar en las tiendas numerosos productos que la incluyen y que ayudan a que el pelo quede liso: desde champús a mascarillas o tratamientos especiales que se realizan en casa de forma sencilla porque es como aplicar un tinte o bien la propia mascarilla.
Además este producto es la base de otro método que es más duradero y especializado como es el caso del alisado japonés, que se puede aplicar en todo tipo de cabello con independencia también de su largura y grosor, si bien no es idóneo para cabellos dañados, sobre todo, como consecuencia de tintes o decoloraciones. En estos casos, puede ser necesario que se tenga que aplicar algún tratamiento previo. La duración de este método es de entre 5 y 8 meses según el pelo y de si crece muy rápido o menos.
También se ha puesto de moda la denominada Taninoplastia que no es otra cosa que otro método de alisamiento que es natural, puesto que se emplean taninos, que son polifenoles de origen vegetal que hay que aplicar sobre el cabello con la ayuda de la plancha. Una técnica que tampoco daña el cabello y con el que queda un liso natural.
Finalmente, cabe hablar de otra técnica. Es el método Yuko System. Como su nombre indica es un sistema japonés, pero tiene algunas diferencias con el alisado japonés. En este caso se utilizan una serie de proteínas reparadoras que contribuyen a alisar el pelo, revitalizarlo y a que no haya encrespamiento.