El tema de las alergias se ha convertido en una rutina diaria en nuestras vidas. Una alergia es una reacción anormal en una persona. Esta viene dada por una reacción del sistema inmune contra una sustancia ofensiva para él. El cuerpo reacciona liberando sustancias químicas que provocan los síntomas claros de una alergia.
Sin embargo, sólo porque haya una causa y efecto entre la exposición a una sustancia y el desarrollo de unos síntomas no siempre significa que una persona sea alérgica a esa sustancia. Por ejemplo, los medicamentos nos avisan siempre sobre posibles efectos secundarios. Pues bien, una persona que experimenta uno de estos efectos secundarios no es necesariamente alérgica a ese medicamento. Puede ser una mala reacción simplemente.
Podemos ser alérgicos a infinidad de cosas como por ejemplo polen, moho, animales, los ácaros del polvo, alimentos, medicamentos, etc.
Se desconoce por qué algunas pueden desarrollar los procesos alérgicos, mientras que otras son inmunes. Las alergias pueden ser hereditarias. Hay familias que pueden compartir alergias a determinados alimentos o medicamentos. Pueden aparecer en cualquier momento durante nuestras vidas, pero son más comunes que se produzcan durante la infancia o edad adulta.
Los cosméticos pueden producirnos reacciones alérgicas. Normalmente, se producirá una erupción en la piel donde se aplica el cosmético, aunque a veces la erupción se produce en otra parte del cuerpo (por ejemplo, si eres alérgica al esmalte de uñas y te tocas un párpado del ojo te aparecerá la alergia en esa zona como resultado de tocar el párpado).
Las fragancias también pueden producirnos alergias. Pueden aparecer erupciones en el cuello. Si padecemos algún tipo de alergia a los perfumes lo mejor será que utilicemos productos correctamente etiquetados como «libre de alcohol», que suelen ser tolerados por las personas alérgicas.