Hoy en día ante tantas bases de maquillaje es difícil saber elegir cuál es más adecuada. Una decisión que se complica porque en ocasiones no se sabe la diferencia que hay detrás de sus diversas denominaciones. ¿Cuál es cuál? Aquí lo contamos para que puedas elegir la que mejor se adapte a las necesidades de tu piel y sepas cómo se utilizan.
Los maquillajes
Una de las alternativas que hay son los polvos compactos, que son sobre todo ideales para aquellas personas que no les gustan los brillos y buscan una piel que parezca terciopelo, ya que habitualmente estos productos suelen ser matificantes y tiende a absorber la grasa de la superficie de la piel, pero solo en las zonas en las que es preciso. Un motivo por el que es conveniente aplicarlos bien con una esponja por toda la piel, aunque igualmente es posible emplearlos solo en la «zona T» para evitar esos brillos.
Los fluidos ligeros son adecuados para todo tipo de piel y para aquellas mujeres a las que les gustan las texturas más ligeras y no verse maquilladas en exceso. Su particularidad radica en que se cubre el rostro con una capa muy fina que mejora la apariencia y se disimulan las posibles imperfecciones, aparte de añadir más luz a la cara. Su aplicación es sencilla y se puede hacer con una esponja, brocha o con las manos.
También se puede optar por maquillajes de texturas medias, que son una combinación de las bases tradicionales y de las cremas. Este producto ha sido más concebido para ser empleado con pieles que tienden a secarse, ya que aporta más hidratación a la vez que modula la luz que se refleja por las microesferas que incorpora. En este caso, la aplicación debe hacerse con una brocha de fondo de maquillaje.
Por supuesto, en esta lista no pueden faltar los maquillajes longlast, que son aquellos que duran más y aguantan prácticamente todo el día sin problemas. Esta base es más adecuada para aquellas mujeres que tienen una piel normal o con tendencia a mixta dado que este cosmético tiende a absorber la grasa de la piel y su acabado es mate. Su aplicación es algo más compleja, siendo necesario extenderlo bien para evitar el contraste con el resto de la piel, incidiendo sobre todo en pómulos, sienes y cuello.
Y, finalmente, hay que hablar de las fórmulas con plus, que son muy convenientes para las pieles maduras o con tendencia a secarse, ya que suelen aportar una mayor dosis de hidratación, además de incorporar principios antioxidantes, moléculas hi-tech, extractos vegetales… para alisar arrugas, unificar el tono, reducir los poros… Su aplicación es similar a la de los fluidos.