Si buscamos un acabado perfecto en nuestro maquillaje nos resultará imprescindible contar una buena base de maquillaje, ya que ésta no aportará el acabado y la tonalidad ideal de la piel antes de aplicar las sombras, el delineador, el colorete y la barra de labios.
Anteriormente esto no era fácil de lograr, ya que al poco tiempo la base se cuarteaba debido al sudor y a la humedad de la piel y eran necesarios continuos retoques para conservar un buen maquillaje. Actualmente, sin embargo, contamos con las bases de maquillaje de larga duración, que se mantienen hasta 16 horas, durante las cuales nuestro cutis no presentará ningún brillo y pueden aguantar el roce de las manos en la piel, el pelo sobre el rostro, etc. Por ello son idóneas para bodas o fiestas nocturnas, largas jornadas de trabajo o si debemos realizar vuelos de larga distancia.
Además este tipo de bases no son sólo un producto de maquillaje, sino que debido a su formulación resultan un tratamiento adicional para nuestro cutis, ya que protegen, nutren e hidratan nuestra piel, previniendo incluso la aparición de las arruguitas de expresión.
Aplicar estas bases tiene su truco, ya que debemos hacerlo de forma rápida por todo el rostro. Dado que son de larga duración, una vez que se fija es más complicado hacer correcciones. Deberemos aplicarla con una esponja ligeramente húmeda, sin olvidarnos que la aplicación debemos hacerla tanto en el rostro como en el cuello, donde deberemos difuminarla con mayor cuidado.
No debemos frotar con demasiada energía, porque irritaremos la piel del rostro y nos aparecerán líneas que resultarán antiestéticas.
Finalmente deberemos cuidar que el lugar donde nos la apliquemos esté correctamente iluminado, para evitar que nos pongamos demasiada cantidad de producto.