Con la llegada del verano es muy importante que nuestra piel esté radiante, especialmente para absorber mejor los rayos solares. Si quieres disfrutar de una piel impoluta, te recomendamos cualquier tratamiento facial con Flor de Sal. Se trata de un ingrediente que se caracteriza por una textura fina y crujiente, gracias a su recogida completamente artesanal.
Tiene aspecto de auténticos cristales de sal, lo que hace que su recolección sea bastante compleja, ya que el proceso de cristalización se produce en la superficie del agua al amanecer, en pleno rocío. Se recoge de forma manual con la ayuda de una pala y solamente se recoge los días en los que no sopla el viento con el fin de evitar que el grano de la sal se vaya al fondo, así no necesita pasar por ningún proceso industrial y es completamente natural.
Luego se mantiene en sacas durante todo un año dejando que el sol y el viento deshidraten la sal para conseguir un producto puro, sin aditivos ni transformación. De modo que se trata de una producción muy limitada, casi exclusiva. Gracias a este producto natural tan artesanal se pueden realizar exclusivos tratamientos de belleza con los que dejar un cutis perfecto.