Algunas mañanas cuando nos despertamos y nos miramos al espejo nos dan ganas de volver a la cama. El cansancio por la falta de horas de sueño se manifiesta en nuestro rostro en forma de ojos hinchados, ojeras y rasgos crispados.
Para conseguir tener una buena cara por la mañana no sólo es importante lo que hagas al despertar, es imprescindible seguir una rutina de cuidados justo antes de irte a la cama.
Antes de acostarte limpia tu rostro con un buen jabón adecuado a tu tipo de piel y a ser posible agua termal. Después aplica un tónico que aporte frescura a tu tez permitiendo que respire durante la noche y amanezca fresca. Si lo necesitas puedes ponerte una crema en el contorno de ojos para que actúe mientras duermes.
Por la mañana al levantarte lávate la cara al igual que hiciste antes de irte a la cama, aplícate la crema hidratante y hazte un masaje facial. Este tipo de masajes activan la microcirculación proporcionando un mejor tono y evitando las bolsas y ojeras.
Si no dispones de tiempo (o ganas) por la mañana también puedes hacerte el masaje por la tarde o antes de dormir.
¿Cómo se hace un masaje facial?
Antes de nada lávate las manos y la cara y aplícate tu hidratante habitual o un aceite facial, no escatimes con la cantidad.
Utiliza las yemas de los dedos y ejerce una suave presión con movimientos ascendentes desde el escote. Al llegar al cuello puedes utilizar los nudillos, es muy relajante. Cuando llegues a la nuca utiliza todos los dedos y masajea de forma suave.
Comienza a deslizar los dedos sobre tu rostro buscando la dirección de los músculos. (Movimientos ascendentes y sin ejercer mucha presión.). Desliza las manos usando las yemas de los dedos siguiendo la dirección del músculo puedes usar movimientos largos o rotativos siempre ascendentes.
Alrededor de los ojos busca el hueso y da pequeños golpecitos con las yemas de los dedos, abre tus dedos y masajea el parpado y alrededor del hueso con movimientos ascendentes.
Cuando llegues a la nariz, cruza tus dedos entre si, frente a tu cara, luego con los pulgares a ambos lados de la nariz comienza a frotar haciendo círculos en forma ascendente. Date pequeñas palmaditas en el rostro y eso es todo.
Ya estás lista para maquillarte e irte a trabajar luciendo tu mejor sonrisa.
Si tienes la piel acnéica no te recomiendo los masajes faciales ya que, en general, la fricción irrita, lo cual agrava el estado del acné, además de que puede hacer que la población bacteriana prolifere y la zona se infecte.