Después del largo invierno, te gustaría comenzar a quitarte tu ropa y ver como tu piel tiene un bonito color moreno. Pero esto no es así, tu piel, después de estar tanto tiempo a la sombra, está blanquecina y no te gusta nada. Una rápida solución a este problema es aplicarte un loción autobronceadora que al menos de a tu piel un color dorado un poco más bonito que el que tenías antes.
Estos productos autobronceadores puedes adquirirlos tipo loción o incluso en toallitas. Antes de empezar, debes decidir qué partes de tu cuerpo deseas que luzcan un color más veraniego y con qué intensidad quieres ese color. Lo mejor es que te lo apliques por todo el cuerpo. Queda horrible un cuerpo bronceado con marcas en los tobillos por no haber incluido los pies en el proceso.
Lo mismo sucede con las manos, tu bronceado no debe terminar en las muñecas. En general, el bronceado de tu rostro debe evitarse, debido a que la piel de alrededor de los ojos es mucho más delicada. Esto tiene fácil solución: aunque la cara sea la única parte que no te broncees aplícate una base de maquillaje y unos polvos que den la sensación de tener color en la cara.
Lo mejor es que alguien te pueda ayudar a aplicarte la loción. Si puedes, usa un espejo de cuerpo entero. Un amigo puede ayudarte de manera más efectiva a aplicar la loción por la espalda, la parte trasera de tus piernas, los hombros y la cintura. Evita exagerar el color.