Cada vez que una mujer sale de casa, si de algo no puede olvidarse es de su bolso. Sea para llevar las cosas del trabajo, el maquillaje, la agenda, los apuntes o esa cantidad de cosass que todas llevamos en el bolso «por si acaso», el bolso no nos puede faltar. El bolso es un accesorio más, y, para elegir el adecuado, debemos guiarnos, además de por los dictados de la moda, por su funcionalidad. Si nos atenemos a este aspecto debemos considerar los siguientes puntos:
– Para todos los días: Deben ser bolsos grandes. Ya sean de tipo morral, bolso, demi o mochila, necesitamos espacio para poder trasladar todo lo que necesitamos a lo largo de una jornada: desde el almuerzo hasta zapatos cómodos para cambiarnos por la tarde, pasando por el desodorante o la agenda.
– Para salidas informales: Lo ideal será un tamaño mediano, en el que poder guardar cosas como el neceser, el móvil, el monedero o las llaves. Lo ideal es tener varios modelos (al hombro, en bandolera, con cordón en lugar de cierre, con tapa o tipo hobo) y de distintos colores, para poderlos combinar con nuestro vestuario.
– Para ocasiones especiales: En este caso, no lo dudes. Cuanto más pequeño sea el bolso mejor. Nada desentona tanto como una mujer vestida de etiqueta, de noche o con un traje de cóctel y un bolsón tipo saco cargado al hombro. En estas ocasiones, la elegancia prima sobre todos los demás aspectos, por ello, los bolsos más recomendables son los tipo sobre, con cierre de click, o los bolsos pequeños de forma cilíndrica. Si quieres dar un toque realmente elegante a tu atuendo, no hay nada como los pequeños bolsos tipo Chanel.