Muchas veces no nos vemos guapas y decimos esa frase tan común de “no tengo buena cara”. Y es que hay días que, por falta de sueño, cansancio, problemas… parece imposible estar bien. Sin embargo, no lo es. Con unas pautas y dinámicas para el día a día puedes conseguir tener siempre esa «buena cara«.
Los trucos
Para ello es muy importante el cuidado de la piel. Además del tónico y desmaquillador es vital que también realices de vez en cuando un peeling en tu centro de belleza o bien en casa porque se venden productos para realizarlo en el hogar en el rato que tengas, consiguiendo resultados bastante buenos y parecidos a los profesionales. El objetivo es revitalizar la piel y que, por lo tanto, parezca más resplandeciente.
Además no hay que olvidarse de todas aquellas cremas que tienen el llamado «efecto photoshop”, es decir, que generan un efecto de belleza inmediata al cerrar el poro, alisar y disimular la arrugas y aportar luminosidad. Siempre es bueno tener una a mano.
Opta también por elegir bien la base de maquillaje. Es mejor que optes por todas aquellas que favorecen tener un efecto buena cara porque unifican el cutis y hacen que se tenga un buen color, aparte de iluminarlo. Para ello, opta por aquellos productos que incorporan pigmentos que se denominan soft focus porque reflejan la luz y aportan un toque de color muy favorecedor.
Los ojos son un punto clave. Es fundamental que emplees una crema específica que ayude a prevenir las arrugas, combata las bolsas y atenúe las ojeras. Tres frentes que, si están bajo control, avivan la mirada y hacen que parezca más descansada.
Y, finalmente, no te olvides de las cejas, que también puedes maquillarlas para conseguir una mayor luminosidad. Para ello hay productos específicos como las máscaras de las que existen diferentes opciones para añadir color, aunque igualmente se puede aplicar en tonos transparentes para simplemente definirlas, peinarlas y fijarlas bien durante todo el día.