La piel de los ojos es muy delicada y requiere de cuidados específicos. El contorno de ojos es uno de los mejores cosméticos que una mujer tiene a su disposición para combatir las arrugas en la zona, eliminar las bolsas y reducir las ojeras. Sin embargo, en torno a él, hay falsos mitos sobre su aplicación. Aquí te contamos cómo tienes que aplicarlo para que estés más radiante y saques el máximo partido a esta crema.
Modos de uso
Lo primero que hay que tener en cuenta es que la zona de los ojos sí necesita una crema específica y que no es conveniente aplicar la nutritiva, hidratante o antiarrugas que se utiliza en el resto de la cara, puesto que esta piel es más delicada y sensible y también es más fina. Por lo tanto, hay que emplear productos que hayan sido desarrollados exclusivamente para tratar esa área.
Una vez que se ha elegido la crema, en función del problema a tratar y del tipo de piel, hay que saber aplicarla correctamente. Y es que aunque siempre se ha dicho que se puede utilizar sobre la zona de debajo de la ceja y el párpado superior, lo cierto es que no es así porque esa área es más grasa y solo se consigue tener más bolsas o hinchazón en la zona. El contorno de ojos sólo puede aplicarse sobre la zona de la ojera y de las llamadas patas de gallo para que tenga el efecto deseado.
Y, ¿cuántas veces hay que aplicarlo? Tradicionalmente, se ha dicho que una y por las mañanas. No es así en realidad. Se puede utilizar dos veces al día como mínimo, usándolo por la mañana y por la noche. De todos modos, si ves que la piel lo necesita, no hay problema en aplicarlo más veces al día para que no se resienta del ajetreo diario, cambios de temperatura… tal y como sueles hacer con la crema hidratante.
Eso sí, hay que tener en cuenta que, por la noche, se debe ser cautos en su uso, sobre todo, si se tiene problemas de bolsas bajo los ojos. Y es que, si es el caso, sólo debes aplicar la crema en las áreas de las patas de gallo para que no aumenten las bolsas.