Tener un cabello fuerte es una garantía para lucir un pelo bonito y sano, lleno de vitalidad. Sin embargo, no siempre tenemos la suerte de tener este tipo de cabello, sino que, bien por genética o por circunstancias como el estrés o la mala alimentación pueden hacer que nuestro cabello se debilite. Para combatir esto, podemos seguir una serie de pautas que nos ayuden a lograr que nuestro cabello crezca más fuerte y terminar así con la fragilidad.
Para empezar, deberemos cortarlo regularmente, cada dos o tres meses. Si además queremos cambiar de look, podemos hacernos cortarnos el cabello bastante corto, para regenerarlo lo más posible. Si no, nos podemos limitar a las puntas o a un corte un poco mayor, pero siempre sin dejar pasar mucho tiempo entre corte y corte.
A la hora de lavarlo, si nuestro cabello es muy frágil deberemos evitar lavárnoslo todo los días, e intentar hacerlo dos o tres veces al día o cada cinco días, pero evitando que se ensucie demasiado, ya que en este caso se puede obstruir el folículo y el cabello no podrá crecer. Cada vez que nos lo lavemos, debemos realizar un masaje capilar para estimular el riego sanguíneo, y con ello oxigenar el cuero cabelludo, lo que contribuirá a que crezca más fuerte. Es conveniente hacer este masaje bajo el agua, con el agua ligeramente fría, porque de ese modo activaremos aún más la circulación.
Aplicar aloe vera regularmente sobre el cabello también contribuirá a fortalecerlo. Si tenemos una planta, podemos recoger nosotras mismas la pulpa, siempre lavando bien las hojas de la planta antes de extraerla, y si no podemos comprarla. Para que la mascarilla sea más efectiva, podemos mezclar la pulpa con un tomate madura. Aplicaremos la mascarilla, un suave masaje y dejaremos actuar durante diez minutos para después aclararnos y lavarnos el cabello de forma habitual.