El cabello cortado a capas es un look, que favorece a muchas mujeres. El problema es que, si dejamos pasar demasiado tiempo antes de volver a la peluquería para que nos retoquen, el toque pierde su forma, sobre todo si llevamos el pelo corto, y terminamos por cambiar a otro tipo de corte, menos favorecedor pero más cómodo de mantener. Para evitar esto, podemos cortarnos nosotras mismas el pelo en capas en casa.
Para realizar el corte vamos a necesitar unas tijeras bien afiladas, un peine de púas finas, champú y acondicionador y, pro supuesto, un espejo para poder mirarnos mientras nos cortamos el cabello.
El primer paso será lavarnos el cabello con champú y acondicionador y desenredarlo muy bien con el peine, alisándolo lo más que podamos. A continuación, lo recogemos, como si estuviéramos haciéndonos una cola de caballo hacia la parte superior de la cabeza. Es importante que no hagamos la coleta ni demasiado atrás ni demasiado adelante, sino centrarla bien para realizar el corte correctamente.
A continuación cortamos el final de la coleta, cortándolo de modo que quede recto. No corras y no intentes cortarlo todo de una vez, sino que debes hacerlo por partes y despacio, para asegurarte que el corte es igual en toda la parte final de la coleta. El corte puedes hacerlo a la altura que desees, según quieras que tu cabello quede más largo o más corto, pero lo ideal es realizarlo a dos o tres centímetros por encima del final de la coleta.
Nos quitamos la coleta y observamos cómo han quedado las capas, recortando los cabellos que sobresalgan para igualar el corte. Una vez que lo hayas terminado, ya has cortado tu pelo a capas.