El eyeliner vuelve a estar de moda para esta nueva temporada de otoño invierno, convirtiéndose en un producto de maquillaje que no va a faltar ni para el día ni para la noche. Su aplicación no siempre es fácil, aunque depende del estilo que se le quiera dar al maquillaje. No obstante, si eliges bien el tipo de eyeliner que vas a aplicar, tienes más posibilidades de conseguir un resultado sorprendente y espectacular.
Consejos
Aunque inicialmente puede parecer que el eyeliner es único y que todos los que se comercializan son iguales, lo cierto es que esto no es verdad. En las tiendas de cosmética e, incluso dentro de una marca, es habitual que haya diferentes tipos.
La principal diferencia se encuentra en su envase o forma, lo que hace más fácil o más difícil su aplicación dependiendo de ella gran parte del éxito del maquillaje, así como en su textura. No obstante, también hay que tener en cuenta la habilidad de cada persona, aunque si no eres muy ducha no hay problema porque también dispones de eyeliners que son muy sencillos de usar.
Principalmente, podemos decir que hay cinco tipos de eyeliner. Uno de ellos es el conocido como eyeliner líquido. Realmente con él se pueden conseguir muy buenos resultados porque es muy versátil para su aplicación. Sin embargo, para utilizarlo hay que tener algo ya de experiencia previa en su uso y, sobre todo, buen pulso porque aquí se nota mucho cualquier pequeña desviación o imperfección. Y la verdad es que es fácil caer en ellas porque el pincel que suele incorporar este tipo de eyeliner es muy fino. Eso sí, si tienes buen pulso consigues un resultado muy preciso y espectacular.
Parecido a este producto está el eyeliner en gel, que incorpora también un pincel fino por lo que igualmente requiere buen pulso y experiencia. Si es tu caso, puede que sea tu mejor opción porque es con el que se consigue la mayor definición en el trazo en comparación con cualquier otro producto. Además, este es el que más fijación tiene y, por lo tanto, mayor durabilidad para que permanezca en el rostro sin variaciones.
Las menos expertas en emplear el eyeliner o de peor pulso, no tienen por qué renunciar a su uso. Es este caso es más conveniente optar por el eyeliner con pincel duro porque no permite desviaciones y tampoco tiembla.
Y, para las menos hábiles, las que van con prisa o simplemente se opta por la comodidad huyendo de las complicaciones, está el eyeliner en forma de lápiz, que es lo más cómodo y rápido. Otra versión muy parecida a esta es el eyeliner en rotulador, que es igualmente muy sencillo de aplicar.