Si queremos darle a nuestro rostro un toque sensual y distintivo, nada mejor que utilizar pestañas postizas, que realzarán la intensidad de la mirada y realizarán nuestra belleza. Sin embargo, muchas de nosotras renunciamos a utilizarlas porque después de hacerlo, cuando nos las quitamos, están llenas de pegamento y de rímel y, al no saber bien qué hacer con ellas, las tiramos. Afortunadamente, si aprendemos a limpiarlas, podemos utilizarlas de nuevo.
A continuación te mostramos cómo puedes limpiarlas:
Vierte en una botella un cuarto de agua tibia y una cucharada de jabón líquido o champú. Tápala y agita el agua hasta que el jabón esté bien mezclado y pon la mezcla en un recipiente pequeño. A continuación, sumerge las pestañas en el agua jabonosa durante treinta segundos y después frótala suavemente con los dedos para eliminar los restos de pegamento y maquillaje que hayan podido quedar adheridos a ella.
Si no consigues limpiarlas del todo, sumérgelas de nuevo y frótalas de nuevo suavemente.
Cuando finalmente estén libres de cualquier residuo, acláralas con agua hasta eliminar el jabón totalmente, es decir, cuando el agua haya dejado de salir turbia y comience a salir clara. Es importante que te asegures de ello para evitar que queden restos de jabón adheridos que después te pueden irritar los ojos cuando te las apliques de nuevo.
Para terminar, coloca las pestañas en un papel absorbente para que pierdan la humedad y deja que se sequen al aire. Si no tienes tiempo para dejar que se sequen de este modo, puedes apretarlas suavemente con otro papel absorbente o con una toalla, de forma que se sequen antes. Cuando se hayan secado totalmente, estarán listas para un nuevo uso.