Cómo perfumarte


Aplicar la cantidad perfecta de aroma es un reto muy importante al que no mucha gente le da la importancia que merece, ya que mucho olor a perfume puede llegar a ser desagradable, y poco olor puede ser una pérdida de tiempo y de perfume. Lo mejor es echarte tu perfume cuando acabas de salir de la ducha y todavía no te has vestido.

Debes echarte las gotas justas de perfume en una serie de puntos estratégicos como son: muñecas (partes del pulso), espalda, rodillas o tobillos y en el cuello. Así, el perfume se convertirá en parte de tu piel. Al vestirte posteriormente tu ropa quedará impregnada del maravilloso olor y te acompañará muchas más horas a lo largo del día. También aplícate tu desodorante habitual antes de vestirte para evitar las odiosas manchas en la ropa.


Evita una guerra de fragancias en tu cuerpo. Si va a usar un perfume, desodorante, polvos en la cava, crema corporal, etc. intenta que los olores más o menos sean muy muy parecidos, así evitaras enfrentamientos olfativos que pueden llegar a ser desagradables. Nuevos pensamientos en el mundo de la perfumería animan a las mujeres a hacer de un perfume parte de su «firma«.

Conseguir un perfume que llegue a formar parte de nosotros no es nada fácil. El olor se convierte en parte de la personalidad, y llega a formar parte de todo aquello que nos rodea; nuestro armario, nuestra ropa, el bolso, la casa… Algunas mujeres, a menudo, eligen el mismo perfume que sus madres casi como una tradición familiar, pero hoy en día el mercado nos permite elegir entre un sinfín de fragancias.

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