Para tener unas manos bonitas no basta con que nos cuidemos y nos hidratemos la piel de las manos. También es necesario que prestemos atención a nuestras uñas y que las pintemos con el color que más nos favorezca, además de que estén bien pintadas.
Sin embargo, rara vez tenemos tiempo de sentarnos tranquilamente a pintarnos las uñas y esperar a que el esmalte se seque en su totalidad. Lo normal es que, antes de que esto ocurra, tengamos que prestar atención a miles de cosas que, seguramente, acabarán arruinando el esmalte y a los pocos días deberás pintártelas de nuevo. Para que esto no te ocurra, te presentamos una serie de consejos para lograr que tus uñas queden perfectas.
Para comenzar debes lavarte bien las manos, para eliminar la posible capa de grasa y suciedad que tengas en las uñas tras las actividades del día a día y elimina bien cualquier resto del esmalte anterior. De este modo lograremos que la nueva laca de uñas que utilices se adhiera más fácilmente y en menos tiempo.
Comienza pintándote las uñas por el dedo meñique y dejando el pulgar para el final. De ese modo, si se te sale esmalte de las demás uñas, podrás retirarlo con él. Cuando termines de pintar cada uña, no olvides dar una pasada final en horizontal en la punta de la uña.
Aplícate una capa de laca protectora transparente, espera cinco o diez minutos a que esté bien seca y aplícate las dos capas de laca de uñas, dejando el mismo tiempo entre una y otra.
No soples las uñas para secarlas antes, ya que el esmalte se moverá. Lo mejor es aletear un poco con las manos en el aire o dar palmaditas suaves y mover los dedos si necesitas acelerar el proceso de secado.