Si queremos que nuestro maquillaje quede perfecto, un complemento imprescindible para lograrlo es el corrector, ya que nos ayuda a corregir las imperfecciones del rostro y conseguir así una piel uniforme y bonita. Aunque existen correctores de muchos colores en el mercado, la mayoría de nosotras sólo utiliza el tono carne, ya que no estamos muy seguras de cómo utilizar los demás.
Esto ocurre sobre todo con el corrector verde ya que, al verlo, tememos que al usarlo nuestro rostro quede con un tono verdoso y ceniciento. Para evitarlo y poder aprovechar sus propiedades te mostramos cómo utilizarlo:
En primer lugar debes saber que el corrector verde esta especialmente indicado para cubrir granos, espinillas y cualquier otra imperfección de la piel que haga que ésta aparezca enrojecida. Normalmente utilizaremos este corrector cuando nuestra base de maquillaje habitual no puede ocultarlos. Puedes encontrarlo en diferentes formatos, como son lápiz, stick, pincel, crema y en fluido. La primera vez que lo usemos es más aconsejable el formato crema, ya que penetran mejor y se fijan más.
Para aplicarlo debes utilizar una brocha suave o la yema del dedo. Aplícalo sólo en la zona enrojecida o donde tienes el grano. Asegúrate de difuminar los bordes para lograr que la transición entre el corrector y el color de tu piel sea suave.
El siguiente paso es cubrir la zona con tu maquillaje habitual y cubrir completamente el corrector que has aplicado. Debes hacerlo con una esponjita y dando pequeños toques en el rostro. De este modo, te aseguras de no eliminar el corrector, lo que ocurriría si extiendes el maquillaje sobre la piel. Si ves que aún se nota un poco, no apliques más maquillaje. Lo mejor es utilizar polvos translúcidos que disimularán totalmente el corrector.