En el trabajo es donde más debemos cuidar nuestro cuerpo. Una imagen vale más que mil palabras y la necesidad de estar perfecta en la oficina es algo que está implícito en el puesto de trabajo de muchas mujeres, sobre todo de aquellas que están de cara al público. Por eso hay que cuidar mucho la rutina en el trabajo.
Cuando llegues a la oficina no te lances de cabeza al trabajo. Hay quien necesita una pequeña rutina de instalación o una pausa a mitad de jornada para relajarse un poco y poder seguir afrontando al 100% el día. Relájate inspirando hondo y sentándote en la posición más cómoda posible. Si te duelen los hombros, encógelos y luego relájalos varias veces seguidas.
Que la persona se sienda cómoda y relajada es fundamental para que esté bella. Por eso, cómprate pelotitas antiestrés y estrújalas de vez en cuando. Ya verás qué pronto te relajas.
El maquillaje
Por otro lado, no descuides tu kit de maquillaje en la oficina. Lleva siempre uno en el bolso para que en cualquier momento lo puedas utilizar en el aseo. Si necesitas retocarte la base de maquillaje, humedece un poco la esponja y haz movimientos hacia abajo en el rostro sin apretar mucho.
Además, hay veces que nos salen brillos en la cara, hay que eliminarlos. Para quitar esos brillos de más utiliza polvos transparentes.
Para iluminar la mirada, aplícate un poco de corrector de ojeras y vuelve a delinear la raya del ojo.
Un vestuario perfecto
Otra de las recomendaciones es lucir un vestuario perfecto. Utiliza prendas en buen estado. Nada de ir a la oficina con zapatos con las punteras desgastadas o camisas a las que les falta un botón. Cuidado con los excesos en el vestuario. Recuerda que vas a trabajar y hay que llevar prendas adecuadas para el puesto laboral, así que, deja en casa esa minifalda que tanto te gusta.
Por último, cámbiate de ropa a diario y luce un modelito cada día. Si consigues relajarte en el trabajo, te maquillas y vistes bien, serás una diva en la oficina.