La mayoría de las mujeres que tenemos el cutis graso sufrimos exceso de brillos en la piel, lo cual hace que el uso de polvos translúcidos sea imprescindible para nosotras. También lo es para aquellas mujeres que utilizamos el maquillaje para emparejar el tono y la textura de la piel. Sin embargo, no siempre resulta sencillo aplicarlos, sobre todo si quedremos que su efecto nos dure varias horas.
Esto se debe a la tetura volátil de los polvos translúcidos, que hace que tengamos que retocarlos constanemente, lo que a veces resulta muy incómodo y no siempre podemos encontrar el momento para hacerlo. Para evitarlo, te dejamos unos consejos sobre cómo aplicarlos correctamente y de ese modo conseguir que tu rostro luzca perfecto.
Antes de comenzar a aplicar los polvos translúcidos es necesario que lleves a cabo una limpieza de la piel de tu rostro, ya que de ese modo eliminarás la impurezas del cutis y lograrás una textura muy homogénea.
Al comenzar a maquillarte es importante que dispongas de una brocha para polvos que sea lo suficientemente grande como para que ninguna zona de tu rostro quede sin los polvos aplicados. Por ello debes utilizar la brocha más grande que encuentres en tiendas especializadas.
Después de cubrir todo el cutis con los polvos, debemos aplicarlo en la zona del cuello, sobre todo si queremos llevar escote.
Finalmente, sólo falta que apliques una segunda capa de polvos en la zona T para reforzar la aplicación en esa zona, con lo que lograremos que sea más difícil que el brillo aparezca en nuestro rostro.
Si tu cutis es muy graso y el efecto de los polvos comienza a desaparecer, lo mejor es aplicarnos una toallita matificante y después de utilizarlas apliquemos otra capa de polvos translúcidos. De ese modo lograremos que nuestro maquillaje vuelva a lucir perfecto.