El serúm es un producto que se ha convertido en imprescindible en el neceser de toda mujer. Desde su lanzamiento hace ya unos años, han ido evolucionando para aportar mayores propiedades y beneficios a la piel, dejándose de centrar tan solo en la regeneración celular. Hoy en día, se pueden encontrar en las tiendas diferentes sérums de distintas marcas con diferentes efectos y resultados. Cada uno de los cuales es idóneo para unos tipos de piel concretos o para cubrir determinadas necesidades de la dermis del rostro.
Los sérums
Aunque hay muchos tipos, principalmente, podemos clasificar todos los sérums en cuatro grandes grupos. Uno de ellos es el sérum antiedad que, quizá, sea uno de los más conocidos, puesto que fueron de los primeros en lanzarse al mercado. En este caso, su principal acción se centra en reducir las arrugas del rostro y las líneas de expresión.
Además, es un producto que ayuda a la regeneración de las células para que la piel recobre su esplendor. Entre sus principales activos están el colágeno o la elastina. Son dos componentes que son importantes para que, realmente, este producto sea efectivo. Normalmente, está indicado para pieles maduras o bien para uso preventivo a partir de los 30 años.
Otro de los tipos es el sérum iluminador, cuya función principal es la de iluminar el rostro para dotarlo de la luz propia que tiene un cutis que es más joven. Si se necesita este producto es importante que contenga vitamina C, que es el componente que permite aportar una mayor luminosidad.
También están los sérum antimanchas, que son idóneos para tratar todas aquellas pieles que tienen un problema de manchas y las que son muy propensas a que aparezcan aunque sean pequeñas. Igualmente, son una buena opción cuando las manchas son muy oscuras.
Estos productos ayudan a minimizarlas y a prevenir su aparición, actuando desde las capas más profundas de la dermis. Además, muchos de ellos actúan con independencia de que las manchas sean hormonales, postinflamatorias o solares. El resultado es una piel con un tono más uniforme.
Y, finalmente, están los sérum que reducen los poros, que son idóneos para aquellas pieles que los tienen más dilatados o bien las pieles maduras en las que ya, por el paso del tiempo, son más visibles.
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