Con el paso de los años, hay que cambiar la forma de maquillarse porque lo que resulta favorecedor a los 20 no lo es tanto a los 30 y tampoco a los 40 años. El motivo no es otro que la piel y los rasgos faciales van cambiando ligeramente, lo que impide que el resultado sea perfecto si no se introducen algunos cambios que permitan a su vez no poner más años encima y tratar de mostrar un aspecto más saludable.
Los consejos
Una mujer de 40 años lo primero que debe tener en cuenta a la hora de maquillarse es que la base que necesita no es igual que las que empleaba con anterioridad. Ahora, es mejor apostar por las que tienen efecto lifting, además de no utilizar las que tienen demasiada cobertura para evitar que las capas demasiado gruesas de maquillaje resalten las arrugas.
También es muy importante no usar delineador de ojos porque es un producto que tiende a endurecer la mirada y que puede contribuir a que la persona parezca que tiene más años de los que realmente ha cumplido. En el caso de que se quiera delimitar la mirada, hay que tener mucho cuidado en utilizarlo, sobre todo, en el párpado superior.
Con el colorete igualmente hay que ser cautas y no abusar ni utilizar colores demasiado fuertes. Para esta zona del rostro, hay que seguir la máxima de que “menos es más”. Lo mejor es aplicar solo un poco de producto para que el rostro aparezca con un ligero rubor en las mejillas.
Y, finalmente, otro de los focos de atención son los labios. Una apuesta segura es utilizar colores naturales como los tonos beiges, rosas palo o terracotas, tratando de evitar las tonalidades más llamativas y los labiales que son muy brillantes porque este tipo de productos solo acentúan y hacen más visibles los posibles defectos que se puedan tener en esta parte de la cara como las pequeñas arrugas alrededor de la boca.