La base de maquillaje es un producto que igualmente puede utilizarse en verano, aunque, como ya hemos comentado en otros días, se tienen que hacer algunos cambios que afectan no solo al tono que se elije, sino también al tipo de producto que se va a aplicar. Un aspecto este último en el que nos vamos a centrar hoy.
Los consejos
Porque se tiene una fiesta, un evento especial o simplemente porque se quiere ir maquillada a trabajar. Son solo algunas de las razones por las que se hace necesario utilizar la base de maquillaje durante los meses de verano.
El primer consejo que tiene que seguirse a la hora de utilizarlo es elegir bien la textura para que se adapte al calor y a las condiciones del clima del estío. De este modo, siempre es mejor que sea una base de maquillaje waterproof y que, además, tenga una textura ligera para que la piel pueda respirar bien.
Otro requisito que debe tener la base de maquillaje es el factor de protección, aunque esto también es recomendable incluso en el invierno. Lo aconsejable es que incluya un SPF 20 como mínimo.
Para las mujeres que quieran algo más ligero todavía tienen otras alternativas como utilizar las BB Cream o las CC Cream, que aportan un toque ligero de color, la textura es más fluida y también tienen factor de protección. En este caso, lo mejor es elegirlas también con un tono que sea el más parecido al de la piel.
Y, finalmente, otra opción son los polvos de sol. Aunque habitualmente se aplican sobre la base de maquillaje, lo cierto es que se consigue un buen efecto al ponerlos de forma directa sobre la piel del rostro, sobre todo, cuando ya se está algo bronceada. Además, una de sus ventajas es que este producto también tiene factor de protección solar, aparte de no resecar el cutis. También facilita que la dermis respire.
Si los polvos de sol se van a utilizar solos, sin la base de maquillaje, la pauta de uso es extenderlos con una brocha gorda por todo el rostro con pequeños toques, incidiendo más en las zonas de la nariz, frente y pómulos.