Manchas, rojeces, ojeras… son sólo algunos de los ejemplos de esas imperfecciones que siempre queremos tapar y tapar con el maquillaje. Pero no hace falta recurrir a capas de base ni a colores extraños para disimular. Los correctores son de gran ayuda para disimularlos, pero elegir el correcto no siempre es fácil porque los hay de diferentes tonalidades y texturas. Aquí te hacemos una pequeña guía a modo de manual para qué sepas cuál debes aplicar en función del problema que quieres solucionar.
Las claves
Con independencia de la imperfección que se quiera ocultar, como regla general cabe decir que el corrector que se elija, si no es posible tener uno para cada problema, tiene que ser un tono más claro que la piel. Además, siempre es conveniente aplicarlo sobre la base de maquillaje para conseguir una mayor cobertura, pero sin llevar capas y capas y, en consecuencia, reducir la visibilidad de esa parte de la cara.
Uno de los problemas más difíciles de solucionar son las manchas de la piel. Ya sean porque han aparecido por el sol, por la edad, por determinados tratamientos médicos… Da igual. Parece que siempre están ahí por más que te maquilles. Para evitar este problema, tienes que optar por un corrector que tenga un tono naranja, ya que este color sí las oculta. Posteriormente, debes aplicar tu corrector general encima. Verás como sí que dirás a la mancha adiós, aunque solo sea mientras dure el maquillaje.
Las rojeces o pequeñas venas que, a veces también aparecen en el rostro, son otro problema importante. Para ello, tienes que optar por un corrector de color verde. Aunque resulte extraño es el único tono que consigue neutralizar su efecto. Y no, no te asustes, que en la cara no queda verde.
Para las ojeras igualmente hay correctores específicos. En este caso, el color de corrector depende de cómo sean las ojeras. Normalmente, la mayoría de las personas tienden a tenerlas en tonos como morados. Si es tu caso, el corrector debe ser rosado. Pero si son más bien de las que tiran a tonos marrones, entonces el corrector debe ser en tonos naranja.
Y, finalmente, hay que hablar de los granos. Realmente son difíciles de ocultar porque no son planos, tienen relieve, y es ahí dónde está el problema. En este supuesto, hay que optar por un corrector de alta cobertura. Incluso puedes jugar con los colores que hemos comentado anteriormente, porque hay veces que los granos también tienen un tono rojizo o como el de una mancha. Y, si no puedes disimularlo del todo y no es muy grande, a lo mejor es el momento de improvisar con una falsa peca o lunar, que te puedes dibujar de forma sensual.