Pocas mujeres tienen la suerte de poseer un rostro perfectamente ovalado que las permita lucir y hacer brillar cualquier tipo de maquillaje, logrando así unos rasgos armoniosos y equilibrados. La mayoría tienen rostros que se pueden encuadrar en el resto de tipos, como son largo, cuadrado y de corazón. Sin embargo esto no significa que no podamos lucir también un rostro y armónico. Para lograrlo, solo tenemos que conocer algunos trucos de maquillaje que nos permitan transformar la forma de nuestro rostro casi como por arte de magia.
Para ello vas a necesitar tres base de maquillaje, una más oscura que tu piel, otra más clara y finalmente una base de maquillaje lo más parecida posible a tu tono de piel.
– Rostro alargado: Aplica más oscura en la parte superior de la frente, mezclándola con la línea de nacimiento del cabello. Utiliza también esta base para la línea de la mandíbula y los pómulos. A continuación utiliza una base de maquillaje más clara para destacar los pómulos aplicándola encima de ellos.
Ya sólo te queda aplicar la base de maquillaje y un poco de colorete.
– Si tu rostro es cuadrado, utiliza el maquillaje más oscuro para trazar una forma casi triangular a ambos lados de la mandíbula. Cuida de que no sea demasiado exagerada, para que tu rostro no quede desequilibrado y también en ambos lados de la frente. Aplica la base más clara en los pómulos. A continuación aplícate la base de maquillaje y sobre ella el colorete.
– Si tienes el rostro en forma de corazón, debes aplicar la base de maquillaje más oscura en ambos lados de la frente, para reducir su anchura, y también en la punta de la barbilla para así hacerlo menos puntiagudo. Aplica la sombra clara justo encima de los pómulos, la base de maquillaje y el colorete.