Muchas mujeres tienen el problema de que se hacen la manicura, pero no les dura perfecta mucho tiempo. A veces, ni siquiera una semana. Sin embargo, es posible que permanezca más días intacta con tan solo seguir cuatro consejos muy sencillos y fáciles de aplicar.
Las claves
Una de las principales es eliminar bien los restos de manicuras anteriores y cualquier otro o suciedad que se tenga en las uñas. Para ello, se puede utilizar un poco de algodón y un quitaesmalte sin acetona para no dañar la superficie. Este paso es fundamental para que las nuevas capas de esmalte puedan adherirse a la perfección y no se empiecen a ahuecar por levantarse las viejas capas de laca.
Además, es muy importante proteger la uña antes de aplicar el esmalte. Lo mejor es utilizar una base de uñas que sea endurecedora o bien que incorpore vitaminas para mejorar esa protección y que no se reseque la zona. Aparte, esta capa es fundamental también para que el esmalte agarre mejor y permanezca sin estropearse durante más tiempo y sin que el color se estropee y torne hacia un tono amarillento.
A la hora de aplicar el color que se haya elegido para la manicura, también es fundamental no aplicar una sola capa, puesto que muchas veces no es suficiente aunque el tono sea oscuro. Lo más recomendable es poner dos aplicaciones e, incluso, tres. Pero, para que este truco funcione, es vital dejar que se seque bien cada una de ellas. Para ahorrar tiempo, un buen consejo es utilizar las lacas de uñas de secado rápido.
Y, finamente, no hay que olvidarse de aplicar una capa final para cubrir el esmalte de color. Estos productos son los que se conocen como Top Coat. Su función no es otra que la de proteger el color del desgaste y evitar que se pueda rayar o resquebrajar más fácilmente. Ya verás como así, por lo menos, llevarás las uñas intactas durante una semana.