Un cabello bonito es una parte muy importante de la imagen de la mujer a cualquier edad. En la madurez, el cuidado del cabello se hace más importante si cabe, ya que son muchos factores los que hacen que se vuelva más quebradizo, brille menos y experimente una leve caída. Esto se debe principalmente al envejecimiento natural del cuerpo y a factores hormonales, sobre todo tras la llegada de la menopausia.
En la madurez aparecen las canas, ya que los melanocitos (los pigmentos encargados de dar color a nuestro cabello) se van debilitando poco a poco, ocasionando la aparición de dichas canas. Este es un proceso que suele comenzar a partir de los 35 años en la mayoría de las personas, que ese esa edad en la que nos miramos al espejo y descubrimos que, poco a poco, algunos de nuestros cabellos han cambiado de color.
Para cubrir las canas lo mejor es evitar los tintes demasiado oscuros, ya que pueden resultar algo artificiales y resaltar las arrugas. Lo mejor es elegir un tono parecido al original del cabello o utilizar tintes semipermanentes, que cubren las canas con tonos más naturales.
El paso del tiempo también origina que poco a poco se vayan debilitando los folículos pilosos, lo que ocasiona una pérdida paulatina del cabello. Aunque asociamos más la alopecia con los hombres, también se da en las mujeres.
Para evitar esta caída deberemos usar un champú suave, lavar el cabello con agua tibia o fría y utilizar gorros o pañuelos en verano que protejan nuestro cabello del sol.
También es importante seguir una dieta rica en vitamina A, vitaminas del grupo B y ácidos grasos omega 3 y omega 6, para evitar que el cabello se vuelva frágil y retrasar lo más posible su caída.