En verano somos conscientes de que los rayos de sol, la playa y el cloro de las piscinas pasan factura a nuestro cabello y por eso extremamos su cuidado. Pero no hay que bajar la guardia durante los meses de invierno. Las bajas temperaturas, la humedad, y los rayos de sol, que aunque más escasos a veces son muy incisivos en esta época, pueden resultar igual de dañinos para nuestro pelo.
Para lucir una melena brillante y sedosa pese a las inclemencias del tiempo, la calve es la hidratación. El aire, la lluvia, o la nieve pueden provocar daños a veces irreparables. Por eso la hidratación mediante el uso de mascarillas y aceites capilares debería ser un paso más de nuestra rutina de belleza. También debemos poner especial atención al tipo de champú que utilizamos. Cada tipo de cabello exige unos productos específicos.
El aire caliente del secador, que en invierno resulta imprescindible también es un factor a tener en cuenta. Saliendo de casa con el pelo húmedo nos arriesgamos a pasar los meses invernales entre constipados varios. Además, por extraño que parezca, el pelo mojado puede congelarse a bajas temperaturas. Sin embargo, abusar de planchas, secadores o tenacillas también puede ser perjudicial. Un buen truco es quitar la humedad con una toalla para reducir los tiempos de secado, y utilizar protectores térmicos.
Aprovecha para tratamientos
Un problema que también puede aparecer estos meses es la caída de cabello, que se agudiza con los cambios de estación. Conviene utilizar un champú anticaída para recuperar la melena. También hay ampollas y complementos alimenticios que ayudan a preservar la fortaleza del cabello.
El invierno es sin duda un buen momento para dedicar al cuidado del cabello. Podemos aprovechar para aplicar mascarillas, suavizantes, batidos hidratantes etc. Basta con aplicarlos durante 15 minutos y luego aclarar para reforzar nuestra melena. Estos meses también son el momento idóneo para un buen corte de pelo. Conseguiremos eliminar las secuelas del verano y además mantendremos las puntas a raya ya que éstas tienden a abrirse aún más durante el invierno.
Por último recuerda que una buena alimentación es clave para conservar una melena sana, sedosa y brillante. El estrés o los déficit alimenticios harán que nuestro cabello sea más fino y apagado.