Con la llegada del buen tiempo y las vacaciones, se enseñan más las piernas, que deben estar perfectamente depiladas. Un motivo por el que muchas mujeres se inclinan cada vez más por la depilación definitiva con el fin de olvidarse de estar retirando el vello al dos por tres. En la actualidad, este proceso puede hacerse con diferentes métodos y tipos de láser. ¿Cuál es el más adecuado? Aquí te explicamos en qué consiste cada uno de ellos y sus indicaciones para que elijas el que más adecuado a tus necesidades y tipo de piel.
Los métodos
Hoy en día la depilación definitiva se realiza a través de dos métodos. La verdad es que los dos son bastante efectivos. En ambos casos, la eliminación del vello se realiza a través de la energía de la luz, destruyendo la raíz e impidiendo que vuelva a crecer.
Uno de estos métodos es el denominado luz pulsada, que consiste en emplear una luz de varios colores. Además, el haz se mueve con distintas magnitudes de onda. De esta manera, se logra eliminar más vello por sesión. Otra de sus ventajas es que se adapta a diferentes tipos de vello, ya sea largo, corto, fino, grueso…
El otro método es el láser. En este caso, la luz es de un solo color y el haz siempre se mueve en la misma longitud de onda. Su aplicación es más concentrada y se logra una mayor precisión. También se adapta mejor a las necesidades de cada piel.
Tipos de láser
Además de los dos métodos de depilación, quienes se decidan por el láser, es conveniente saber que hay diferentes tipos. Uno de ellos es el conocido como alejandrita, que es el más idóneo para las pieles claras y medias y que no se hayan bronceado recientemente. También es recomendable cuando se tiene el vello fino.
Otro tipo de láser es el de diodo, que es el empleado para las pieles morenas y que tienen un vello grueso y oscuro, mientras que el láser soprano se puede utilizar incluso con pieles bronceadas y también permite la exposición solar tras 48 horas de la sesión de depilación. El soprano se emplea con todo tipo de vello.