Con la llega del verano se tienen ganas de hacer más actividades, pero también se empieza a notar el cuerpo más cansado de todo el trabajo del año. Si todavía queda mucho para las vacaciones o bien te apetece darte un capricho, mimarte y recuperarte para tener más energía, puedes preparar una sesión de spa en casa. ¿Cómo? Muy sencillo. Solo necesitas aceites esenciales y sales de baño.
El spa
Crear un spa en casa no es difícil. Sólo precisas unos pocos de productos y también hacer algunos pequeños cambios en el baño para generar un ambiente más relajado. Precisamente, este es el primer paso. De este modo, hay que reducir la intensidad de la luz del cuarto de baño, pudiendo optar por poner algunas velas o lámparas pequeñas con las que el ambiente sea más cálido y de relax.
A continuación, solo tienes que llenar la bañera y empezar a utilizar los productos. Para ello precisas aceites esenciales y sales de baño. En el caso de los primeros, es decir los aceites esenciales, puedes optar por los que relajan o bien por aquellos que revitalizan, según lo que desees.
Tienes que poner un poco de producto en el agua, que tiene que estar caliente, pero sin quemar, para que el olor se esparza por el baño y te puedas aprovechar de sus beneficios.
Otra opción es optar por las sales de baño, que contribuyen a purificar la piel y mejorar la circulación. El modo de uso es como el de los aceites esenciales, solo que en este caso las sales a veces no suelen ser tan aromáticas, pero el efecto sí se nota en la dermis.
Con estos pasos, ya estás lista para sumergirte en la bañera y disfrutar de un tiempo para ti tras el que te sentirás mucho mejor. Además, ahora, puede ser un buen momento para iniciar este ritual de belleza y hacerlo con más frecuencia.