Tanta obsesión por mostrar un cuerpo bronceado puede hacer que, sobre todo, los primero días lo que mostremos sean pequeñas quemaduras. Nos echamos crema protectora pero tenemos que pensar que después de horas de exposición el sol terminar haciendo estragos en nuestra piel. ¿Quién no se ha quemado nunca los hombros? Una vez que ha terminado el invierno, nuestra piel no está preparada para recibir una exposición tan directa al sol.
Hay que tener en cuenta que si queremos, podemos evitar el sufrir las quemaduras del sol. Uno de los primeros consejos que te podemos dar es el aplicarte after sun después de darte la primera ducha para eliminar la arena o el cloro. Una buena ducha fría calmará el calor de tu piel y puede que evite que no te salgan manchas rojas que indican que hay una quemadura.
Si ya tienes las quemaduras, es importante que conozcas los alimentos que te ayudarán a aliviarlas. El yogurt es muy recomendable. Debes aplicarlo con suavidad por la zona. Frutas como por ejemplo la piña o el aceite de oliva son perfectas para ayudarte con tus quemaduras. Para no intensificar el dolor y para disimular lo mal que tienes la piel es importante ponerse ropa holgada.
El maquillaje siempre es un buen recurso cuando se tienes feas y desagradables quemaduras en la piel. Debes asegurarte de utilizar un tono de color que sea similar al de tu piel. Debes tener cuidado con la aplicación por que si tienes las quemaduras demasiado recientes puedes tener dolor. ¿No crees que lo mejor de todo es no tomar tanto el sol? Piénsalo dos veces la próxima vez.