Uno de los aspectos más importantes a la hora de maquillarnos es aplicar la base de maquillaje correcta. Para ello debemos tener en cuenta tanto la textura de la misma como el color.
Elegir la textura es bastante sencillo y dependerá sobre todo del tipo de piel que tengamos. Lo más complicado es elegir el tono adecuado para nuestra piel. Muchas de nosotras hemos tenido la experiencia de aplicarnos una base que en un principio parecía adecuada y terminar con el rostro anaranjado, con una palidez rayana en la enfermedad o con un tono bronceado que dista mucho de ser natural.
Para ello lo mejor es, cuando vayas a la tienda de cosméticos, elige dos o tres tonos de maquillaje que tú creas que combinan con tu tono de piel. Existen productos para ser probados, por lo cual no tendrás ninguna dificultad al hacerlo. A continuación usa un poco de algodón o una esponja y aplícate un poco de maquillaje en la base de la barbilla. La mayoría de nosotras tenemos la costumbre de valorar si el tono es apropiado poniéndonos un poco en la mano, pero el resultado de esta prueba no es fiable, ya que normalmente los tonos de la piel de la mano y del rostros no son iguales.
Si tienes la piel sensible, en lugar de en el rostro, aplica sólo un poco de producto en el cuello para evitar cualquier reacción alérgica.
Si tienes oportunidad, observa cómo queda el maquillaje que has elegido con luz natural (saliendo a la calle). Si no puedes o no te ves capaz de elegir, no dudes en preguntar al personal de la tienda, quienes te pueden orientar sobre la elección correcta.