La manicura es cada vez más importante. Desde hace unos años, está muy de moda no solo llevar las uñas cuidadas, sino también con esmalte para poner ese toque de color y de estilo diferencial en las manos. A las uñas de porcelana, gel, lacas tradicionales… se suman los esmaltes semipermantes. Este tipo de manicuras tienen una ventaja principal y es la duración, ya que no es necesaria hacerla con tanta periodicidad como una convencional porque el esmalte dura más tiempo en perfecto estado. Sin embargo, a la hora de eliminarlo, hay una serie de claves a seguir. Además, también se deben extremar las precauciones en el cuidado de la uña para que no sufra. Aquí te contamos todos los pasos a dar para unas manos 10.
Eliminación
La eliminación del esmalte semipermanente debe hacerse siempre con mucho cuidado para no dañar la uña. Lo primero que hay que hacer es limar la superficie de la uña para ir eliminando el esmalte.
Es importante hacerlo con mucha cautela para no llegar a la uña natural, ya que ésta nunca debe limarse. El objetivo del limado es rebajar la capa de esmalte.
Y, una vez dado este paso, el siguiente es cortar unos trocitos de algodón, que deben impregnarse de acetona pura. A continuación, estos trocitos se deben colocar sobre la uña para cubrirla en su totalidad.
Tras colocarlos, el siguiente paso es envolver las uñas con los algodones en papel de aluminio. Esta cobertura se debe mantener durante 15 minutos para que la acetona pueda actuar y eliminar el resto de esmalte permanente.
Pasado ese tiempo, se quitan los envoltorios uno por uno para que no se seque la acetona. El algodón del envoltorio quitado se tiene que pasar por la uña para retirar el resto de producto. Si queda algo, se puede usar un palo de naranjo o similar para quitarlo.
Hidratación
Y una vez dados esos pasos y, siempre que se hace una manicura semipermanente, se tiene que aplicar una buena capa de hidratación con una crema específica para manos. En su aplicación, hay que incidir en las uñas y las cutículas.
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