Cepillado en seco

El cepillado de la piel del cuerpo en seco se basa en utilizar un cepillo específico para pasarlo por toda la dermis corporal sin emplear ningún aceite o crema ni otros productos.

Lo cierto es que este gesto tiene muchos beneficios, ya que elimina las células muertas y evita que los pelos se enquisten. Además, tonifica y tensa la piel, aparte de contribuir a estimular la circulación.

Los beneficios aún van más allá porque también facilita que los cosméticos que se aplican después puedan penetrar mejor y hacia las capas más profundas de la dermis. Y, antes del verano, el cepillado en seco tiene la ventaja de que permite preparar la piel para el bronceado, contribuyendo a que se prolongue el moreno.

Cómo se hace

Para obtener todos estos beneficios, es importante saber cómo se tiene que hacer este cepillado en seco. La clave está en empezar por los pies y cepillar las piernas con movimientos largos y ascendentes.

Además, se recomienda realizar movimientos circulares en tobillos, rodillas y nalgas. Y, al igual que estas zonas del cuerpo, el abdomen también tiene que cepillarse en círculos. En el caso de los brazos, la clave está en hacer movimientos largos desde las manos hasta los hombros, insistiendo en zonas como los codos.

Cuándo

El mejor momento para hacer un cepillado en seco es antes de la ducha o el baño. De este modo, se retiran las células muertas de la piel. Luego, tras secar la piel, solo queda aplicar la hidratante corporal o el aceite habitual. La dermis así ya estará perfecta.

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Acupresión

Uno de los tratamientos corporales más efectivos es la acupresión. Este sistema consiste en una esterilla de plástico hipoalergénico con relieves sobre la que hay que tumbarse durante unos 15 minutos al día.

La clave está en que esta esterilla ejerce presión sobre la piel, activando la circulación sanguínea y linfática. En consecuencia, se consigue una mayor tonificación de la dermis, aparte de mejorar la celulitis. Incluso, se puede llegar a notar alivio en dolores de espalda.

Cepillado

Este sistema es muy fácil de aplicar. Consiste en pasar todas las mañanas un cepillo corporal de cerdas naturales por todo el cuerpo o bien un guante de crin antes de la ducha y con la piel en seco.

Este masaje, que se hace en movimientos circulares y ascendentes, permite eliminar células muertas y activar la circulación sanguínea. Esto a su vez favorece una mejor penetración de cremas como los anticelulíticos o las reafirmantes.

Maderoterapia

Otra opción es la maderoterapia, que consiste en masajear el cuerpo con objetos de madera que han sido diseñados específicamente para este fin. Este masaje permite remodelar la silueta por lo que es clave pasarlo por zonas estratégicas y conflictivas en la mujer como los glúteos, muslos o caderas.

El masaje debe tener una duración de unos 15 minutos, siendo fundamental realizarlo todos los días para que conseguir efectos positivos. No hay que olvidarse de aplicar un aceite reductor antes de iniciar la sesión de tratamiento.

Sales

Y, finalmente, está el baño de sales, que es muy beneficioso para eliminar toxinas. Es suficiente con hacerlo una vez a la semana. Sus principales claves son que el agua esté a unos 38 grados de temperatura y emplear sales como las Epsom o bien sal del Himalaya o marina. Otra opción son los aceites esenciales. En este caso, las mejores elecciones son los de limón y ciprés por ser muy desintoxicantes.

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Peinados tirantes

Uno de los peinados más habituales es una coleta muy púlida. En estos casos, es habitual pasar la plancha por el cabello para que esté bien liso. Acto seguido, se tiende a cepillar.

Y aquí está el error. Es importante dejar que el cabello se enfríe totalmente antes de peinarlo y de atar la goma para evitar que se dañe. Para conseguir un mejor resultado, frota las manos con un producto antiencrespamiento y pásalas por toda la cola, una vez esté hecha.

Este tipo de peinados, como todos aquellos que son muy púlidos o tirantes, solo deben hacerse en ocasiones especiales. Una pauta que hay que seguir, sobre todo, si se tiene el pelo muy fino o débil, ya que esta tracción que se produce puede favorecer su ruptura y convertirlo en más quebradizo.

Siempre que se pueda, es mejor optar para ocasiones especiales por peinados semirrecogidos, trenzas o moños que no queden tirantes y el cabello quede mucho más suelto.

Ondas naturales

A la hora de hacer ondas para que queden naturales, también se cometen varios errores. Siempre es mejor utilizar planchas estrechas en lugar de un rizador. Además, la clave está en hacer las ondas enrollando pequeños mechones para que sea más fácil deslizar la plancha y conseguir ese efecto como de onda deshecha.

Y, para que la onda quede más natural, aún puedes poner en práctica otro truco. Consiste en enrollar unos mechones en una dirección y otros en otra para que el rizo quede totalmente natural.

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Las claves del cepillado

El cepillado del cabello no tiene que verse como un mero gesto para ir bien peinada. Es un acto que supone mucho más porque permite velar por el buen estado del cabello. Por eso es tan importante hacerlo bien.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que, para tener un cabello brillante y sano, el pelo debe cepillarse dos veces al día. Una de ellas debe ser por la mañana antes de peinarse, mientras que la otra es conveniente que se haga por la noche, aprovechando el momento de antes de irse a dormir.

Además, si te vas a lavar el pelo, es fundamental que lo cepilles antes de lavarlo porque el cabello está más fuerte y se pueden eliminar mejor restos de productos capilares. Aparte, se facilita el desenredarlo posteriormente tras el lavado.

Y, precisamente, en relación al desenredado es clave no hacerlo de forma brusca. No te olvides de comenzar por la nuca sujetando el mechón desde la raíz. Luego, tienes que ir de medios a puntas para terminar pasando el cepillo desde la raíz a las puntas.

Cepillos

Además de la forma de cepillar el cabello, es fundamental a su vez el cepillo que eliges. Es clave que esté fabricado con materiales naturales como, por ejemplo cerdas de jabalí, o dientes de silicona. Estos materiales tienen la ventaja adicional de que no aportan electricidad al cabello.

Pero esto no es suficiente. También es conveniente hacer un buen mantenimiento del cepillo para lo que hay que retirar siempre los restos del pelo que hayan podido quedar atrapados entre las cerdas. Aparte, es bueno lavarlo una vez al mes con agua tibia y un poco de champú.

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Los errores

Uno de los errores más comunes es pensar que el cabello tiene que cepillarse cien veces. No es necesario hacerlo para que brille ni para que esté bien desenredado. Es más, es un gesto que puede llegar a ser contraproducente porque se puede dañar e, incluso, llegar a romperse.

Desenredar el pelo correctamente también es importante para no perjudicar al cabello. Habitualmente, se hace mal. Lo mejor es desenredarlo por mechones, aunque te cueste más, y comenzar por las puntas hasta llegar a las raíces. De este modo, se evitan los tirones y que arranques pelo.

Sobre el lavado del cabello igualmente existen falsos mitos. En general, se tiende a creer que, si se lava con mucha frecuencia, se cae más. Sin embargo, no es así porque con el lavado solo se pierde el pelo que ya está suelto.

Pero en este caso, sí hay que hacer una salvedad. Si se nota que el pelo cae con más frecuencia, es posible que haya algún tipo de problema o que se esté sometido a mucho estrés. Y esto es especialmente importante porque está demostrado que el estrés sí daña el pelo y hace que se caiga más. De esta manera, al lavarlo, se ve mayor pérdida de cabello.

Los tintes son productos que también están en el punto de mira. No es cierto que estropeen el pelo ni que debiliten la raíz. Sí es verdad que lo pueden llegar a resecar para lo que es importante mantener una buena hidratación.

Y, finalmente, está la falsa creencia de que llevar el pelo recogido es malo. Tampoco es verdad. El único cuidado que hay que tener en estos casos es no tensar demasiado el cabello.

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Algo que siempre debemos evitar es peinarnos a toda prisa, en el último minuto antes de salir, tirando con fuerza del peine o del cepillo para deshacer los posibles enredones que podamos tener, ya que con ello arrancamos y dañamos gran cantidad de cabello.

La mejor forma de hacerlo sin dañar el cabello es dividir, con pinzas, el cabello en varias secciones, que nos van a permitir cepillar una a una. Para eliminar los enredones, lo mejor es utilizar un peine de púas separadas, peinando siempre hacia abajo y sin dar tirones.

Recuerda cepillar siempre el cabello cuando está seco, ya que húmedo es mucho más quebradizo y se rompe con más facilidad. Por ello, lo mejor es darle un golpe con el secador para eliminar la humedad antes de empezar a peinarlo. Si para desenredarlo tenemos que peinarlo húmedo, debemos utilizar un peine de dientes grandes, intentando no pasarlo mucho por la raíz del cabello para no dañarla.

Recuerda que, si tienes el cabello largo y liso, debes utilizar un cepillo plano y con las púas protegidas, que te van a permitir peinarlo y desenredarlo sin dañarlo. Si tienes el cabello rizado, no dudes en utilizar peines de púas muy anchas y si tienes el pelo corto, utiliza peines de púas compactas. De ese modo, el cepillado será una cura de salud para tu cabello.

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