Si no tienes tiempo para ir a la peluquería pero no quieres renunciar a tus mechas, puedes hacértelas en casa. Para lograr el resultado que esperas, sólo debes seguir una serie de consejos:
En primer lugar, debes hacer algo muy obvio pero que a veces se nos olvida y nos trae muchos problemas, y es que debes tener a mano todos los materiales que vas a utilizar: el gorro para las mechas, el recipiente para mezclar el tinte o peróxido, las brochas, los guantes para proteger tus manos, el papel aluminio, aunque éste es opcional, una capa de plástico o una toalla que uses sólo para teñirte con objeto de proteger tu ropa y agujas de ganchillo, cuyo grosor dependerá de si te quieres hacer mechas o reflejos.
Desenreda tu cabello en seco. Para darte las mechas es mejor que esté un poco sucio, ya que absorberá mejor el producto.
Ponte el gorro para mechas (con agujeritos) de forma que cubra todo tu cabello.
Con la aguja de ganchillo saca los cabello de manera ordenada haciendo una perforación en cada uno de los agujeros del gorro. El grosor de la aguja determinará si el resultado serán reflejos (más fino) o mechas (más grueso).
Peinate el cabello que has sacado y aplícate el tinte o peróxido de adelante hay atrás y viceversa. Cuando termines, todo el cabello debe quedar hacia el centro de tu cabeza.
Deja pasar unos cuarenta minutos (según las instrucciones del envase) y después lávate el pelo. Si quieres que el proceso dure menos, ponte papel de aluminio sobre las mechas, pero en este caso debes revisar cada diez minutos cómo va el proceso para que no te quede más claro de lo que quieres.
Aclárate con agua fría sin quitarte el gorro. Después quítatelo despacio sin tirar del pelo. Finalmente, aplica un acondicionador a tu cabello, déjalo actuar unos minutos y finalmente aclárate el pelo. En ese momento ya estás lista para peinarte como quieras.
Finalmente recuerda que si no estás segura de poder hacer tú todo el proceso, es preferible ir a la peluquería. Si lo estás, no hay razón para que no luzcas tus mechas caseras.