A la mayoría de nosotras nos han inculcado la idea de que sólo las mujeres con un cuerpo diez pueden ser sexys, pero esto no es así. Las mujeres podemos ser sexys independientemente de la talla que utilicemos o la altura que tengamos. Afortunadamente para nosotras, el look andrógino que impero en la década de los 90 está desapareciendo y por ello, las tiendas de ropa comienzan a lanzar prendas de ropa sexy para mujeres normales, es decir, aquellas a quienes nos sobra algún kilito de más, a medida que más y más mujeres desechan sus prejuicios y se animan a vestirse como una “femme fatal”.
Por eso mismo, todos los diseñadores afirman que están dejando de diseñar vestimentas con look sobrio y clásico para las más rellenitas, reemplazándolas por un tipo mucho más atrevido e insinuante.
De hecho, hoy en día todos coinciden en afirmar que no existen “ropas prohibidas”, es decir, reservadas a mujeres con un determinado físico, sino que, simplemente, debemos estar muy atentas a cómo utilizar las prendas. Por ello, las transparencias, la ropa blanca, los jeans y otras prendas antes reservadas a mujeres delgadas comienzan a ser utilizadas hoy por un gran número de mujeres con algún kilo de más.
Por todo ello, los diseñadores han desarrollado un “decálogo de la moda para mujeres normales” que nos indica lo que debemos usar para tener un look sexy apropiado:
– Modelos sueltos, livianos, simples y con caída hasta la rodilla.
– Escotes en V, que adelgazan el cuello.
– Pantalones de cintura baja adaptados a nuestro cuerpo.
– Blaziers abiertos con escotes amplios, solapas de raso y botones de raso, que nos darán un toque de elegancia.
– Pantalones sueltos.
– Faldas rectas con aberturas a los lados.
– Blusas de seda pura natural, lisas o con estampados.
– Tonos claros en la parte superior del cuerpo y oscuros en la inferior.
– Tejidos de punto para las tallas grandes.