Solemos asociar la exfoliación a la primavera o al verano, cuando queremos preparar la piel para recibir los rayos del sol y poder disfrutar de una piel suave y luminosa en la época de calor.
Sin embargo, no debemos olvidarnos de practicar también esta rutina durante el invierno, ya que ello nos permitirá llegar a la primavera con una piel suave y renovada y evitará que tengamos que llevar a cabo exfoliaciones agresivas para nuestra piel por haber pasado varios meses sin realizarla.
No sólo el rostro
No debes limitar la exfoliación a la piel del rostro, sino practicarla también por todo el cuerpo para eliminar las células muertas. También debes exfoliar tus labios para evitar la aparición de pielecitas o que se agrieten a causa del frío y la humedad.
Lo mejor es realizar la exfoliación una vez a la semana, de forma que sea suave, no irrite la piel y te ayude a mantenerla sana y bonita, además de evitar la aparición de granos y espinillas en aquellas zonas donde suelen aparecer, como brazos o espalda.
No olvides hidratarte
En invierno, debido a la calefacción, los ambientes suelen estar bastante resecos, y nuestra piel lo nota, especialmente la del rostro. Por ello no debes olvidar, tras realizar la exfoliación, aplicarte una crema hidratante adecuada para tu tipo de piel, que te ayudará no sólo a que luzca más bonita, sino a protegerla contra agentes externos y evitar el envejecimiento prematuro.
Esto es especialmente importante en el caso de las manos, que sufren con el frío y la humedad y las piernas, donde suele aparecer una mayor sequedad en la piel.
El masaje, imprescindible
Al realizar la exfoliación, aplica un suave masaje por todo tu cuerpo, para oxigenar la piel y ayudar a la eliminación de grasas y toxinas.
Aclárate con una ducha tibia-fresca y corta, para no resecar la piel.
Me parecen buenos consejos porque es verdad que el cuidado de la piel tiende a descuidarse más en invierno que en verano y es un gran error porque con el frío se precisan cuidados específicos para que luego esté en perfecto estado. Y para ello es preciso exfoliarse.