Antes de utilizar tus productos de belleza es aconsejable que eches un vistazo a todos los ingredientes por los que están formados. Aditivos, revitalizantes, componentes químicos… son muy comunes en las marcas más comerciales. El problema es que muchos de estos ingredientes pueden secar la piel, el cabello, obstruir los poros, acelerar el proceso de envejecimiento, etc.
– Aceite mineral
Este ingrediente se encuentra normalmente en los pintalabios, lociones, maquillaje en general y limpiadores. La palabra «mineral» hace que parezca un producto natural, pero en realidad es un aceite derivado del petróleo. El aceite mineral cubre la piel de manera que obstruye el trabajo de los poros. La piel no puede respirar o deshacerse de las toxinas.
– Parafina
Es una especie de cera, pero en muchas ocasiones su calidad es tan mala que es como la cera de las velas baratas. Puede llegar a irritar la piel y obstruye los poros.
– Alfa-hidroxi ácidos
Normalmente sólo se habla de sus cualidades como hidratante y exfoliante natural. Se encuentran en limpiadores de la piel, mascarillas y cremas hidratantes. A veces son tan fuertes que al limpiar la piel, además de eliminar las células, pueden dañar la capa protectora de la misma. Si se utilizan en exceso puede que la piel sea un 50% más susceptible a los rayos UVA, produciendo una aceleración del envejecimiento.
– Lauril sulfato de sodio
Este ingrediente se encuentra comúnmente en cosméticos, dentífricos y champú. No sólo es malo para la piel, ya que la reseca, además cuando se combina con otras sustancias puede producir el desarrollo de células cancerígenas.
– Formaldehído (formol)
Esta sustancia puede ser irritante y provocar reacciones alérgicas cuando entra en contacto con la piel. Sus vapores han llegado a ser relacionados con el asma y el cáncer.