Para sentirnos guapas, no necesitamos mantener un peligroso programa de alimentación que nos conduzca a la anorexia o la bulimia. Algunas de nuestras condiciones físicas pueden hacernos sentir inseguras de manera que se contribuya a tener una baja autoestima. Esta baja autoestima puede causar un estrés que afecte a nuestra salud física y mental. Se debe estar atento a los síntomas, porque a diferencia de los problemas más graves mencionados, no son fáciles de detectar.
¿Cómo saber que tu percepción de tu apariencia afecta tu salud física y mental? Sentir inseguridad respecto a cómo nos vemos o nos ven los demás, es una condición que no podemos cambiar y nos afecta a todos en alguna medida. Nos sentimos observados y queremos satisfacer la imagen que “pensamos” que los demás deberían tener de nosotros. Pero esa preocupación debe ser momentánea, no ejerce ni debe ejercer presión alguna sobre nuestras vidas.
Cuando esa preocupación pasa a ser constante, es cuando debemos empezar a pensar en encarar el problema y buscar ayuda, de lo contrario nos expones a una espiral de insatisfacción y frustración que desencadenará en problemas de salud y autoestima que debes evitar. ¿Cuáles son los síntomas de la insatisfacción? Dichos síntomas pueden variar en intensidad de una persona a otra, pero básicamente se centran en las mismas interrogantes:
– ¿Piensas constantemente en esa zona del cuerpo que no te agrada?
– ¿Rehúyes mostrarte en actividades o ropa que dejen al descubierto eso que piensas es “malo” de tu apariencia?
– ¿No te miras al espejo o pasas horas viendo esa parte de tu aspecto que tanto te preocupa?
– ¿Cuánto disimulas esos aspectos que te desagradan?